Probé un par de PRS que tenía un conocido y no lo podía creer, el sonido, el sustain, la facha, todo, casi no conocía la marca, hasta ese punto en mi vida, tuve una Jackson RR, super-strats Ibanez, esto era otro mundo. Un par de años después me di el gusto de comprame mi primer PRS.
Una semana después de comprar la PRS pasé por un casa de música a retirar unos pedales que habia encargado, vi una Gibson LP Goldtop y me enamoré mal, eso que habia tocado Les Pauls de luthier, Epiphones, una Gibson LP Custom que casi me compro en su momento pero ninguna me habia gustado.
El amor fue tan violento que la PRS quedó relegada en su estuche varios meses hasta que la empezé a usar denuevo.-