Desde lo emotivo, cruzarse ya desde la entrada con un Torino o en la recorrida con los Renault Gordini, logra cierta distorsión en nuestra perspectiva de la valorización que esta exposición merece. En un consenso general (hablando de expos de autos), y sin haber visitado ninguna, pero sí por los diferentes canales con los que hoy contamos, creo que dista mucho de lo que realmente esperaba. La calidad de la mayoría de las restauraciones eran bastante pobres, paragolpes oxidados, burletes quebrados y/o pintados (muestra de que no se desarmaron íntegramente al momento de restaurarlos), algunos vehículos con escasa información, sucios,etc.
Obviamente, no es un museo, pero uno espera de una exposición de semejante envergadura, y con un valor de la entrada tan significativo, algo mejor.
Saludos.